En
nuestros días, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) están transformando la forma en que interactuamos con los demás y sobre
todo la forma en que aprendemos; Un ejemplo de esto son las escuelas virtuales,
con las que podemos aprender desde nuestra casa, trabajo o cualquier otro
lugar. Esto también nos genera nuevos retos y desafíos para lograr convertirnos
en un estudiante en línea.
Veamos
las etapas y la evolución de la modalidad abierta y a distancia.
Enseñanza
por correspondencia:
Surge a finales del siglo XIX y
principios del siglo.
Se usaban medios impresos y
servicios postales.
Era unilateral, de forma que el
alumno contaba con otra forma de apoyo, más que lo que tenia impreso.
Enseñanza
multimedia:
Surge a partir de 1960.
Se usaba el teléfono, la
televisión y los recursos audiovisuales.
Se basaba en un paquete de
instrucciones que tenia material impreso, audiovisual y algunos materiales
electrónicos.
Telemática:
Surge a partir de 1970.
Ligada a la evolución de las
tecnologías de la información y la comunicación.
Se insertaron las
telecomunicaciones con otros medios educativos como el CD-ROM.
Enseñanza
colaborativa basada en internet:
Surge a partir de 1990.
Los recursos pueden ser enviados
por internet, y se clasifican por sincrónicos (Chat, Videoconferencias) y
asincrónicos (e-mail y foros de discusión).
El estudiante toma un papel
activo y autogestor, mientras que el docente se transforma en un guía y
facilitador del aprendizaje.
Como
vemos, en los entornos virtuales no se puede ser pasivo y dirigido, sino que tendrás
que ser un agente activo de tu propio aprendizaje. En la última etapa se da
lugar al surgimiento de la educación en línea con la que tenemos un verdadero
cambio, se deja de ser alumno (el cual es dependiente de lo que diga el
docente) y se pasa a ser estudiante (el cual mantiene pautas de funcionamiento
fundamentadas en la autonomía y la madurez).
Estas
son las características que debe de tener un estudiante:
Actitud proactiva.
Compromiso con el propio
aprendizaje.
Conciencia de las actitudes,
destreza, habilidades y estrategias propias.
Actitud para trabajar en
entornos colaborativos.
Metas propias.
Aprendizaje autónomo y
Autogestivo.
Y
estos son los retos que enfrenta:
Dejar atrás el aprendizaje
dirigido.
Evitar memorizar y repetir el
conocimiento.
Dejar atrás los entornos
competitivos.
Gestión y administración del
tiempo.
Destrezas comunicativas.
Quizá
los más complicado será convertirse en un alfabeta digital. Es decir, “conocer cuando hay una necesidad de
información; identificar las necesidades de la información; trabajar con
diversas fuentes y códigos de información; saber manejar la sobrecarga de
información y discriminar la calidad de las fuente de información; organizar la
información; usar la información eficazmente; y saber comunicar la información
encontrada a otros.”(Cabero Almenara & Llorente Cejudo, 2008, pág. 13). Recuerda,
que se trata de navegar en la red y no naufragar en ella.
Ahora
mencionaremos algunos mitos relacionados con la educación en línea:
Es fácil estudiar en línea.
No hay que leer nada, solo
copiar y pegar.
Como no me conocen, puedo dejar
de estudiar en cualquier momento.
Y en
contraparte, hay quienes creen que estudiar en línea es más difícil ya que
tienes que ser experto en tecnología.
Sin
embargo te irás dando cuenta que estos mitos son falsos, ya que ser estudiante
en línea no es fácil ni difícil, solo tienes que aplicar estrategias y acciones
que permitan auto gestionar tu aprendizaje, y es fundamental crear un
compromiso contigo mismo y mejorar tu comprensión lectora para que al entender
lo que se lee, se evitan frustraciones y pérdidas de tiempo.